28 años ya de ese 16 de marzo de 1990, en el que Enrique Ponce se doctoraba en tauromaquia, de manos de “Joselito”.
Como una buena mascletá, su trayectoria ha ido, siempre, de más a mucho más. Ahora, ya sólo le queda tocar el cielo con las manos, y a nosotros, disfrutar de ese milagro con él.
Hoy hace 21 años, se convertía en matador de toros Antonio Ferrera, de manos del maestro Enrique Ponce; y lo hizo con una gran corrida de Victorino Martín, en la plaza de Olivenza. El toro de su alternativa, "Embocado", tuvo un nombre a la altura del sabor del toreo de Ferrera, quien mostró esa tarde, una calidad y talento que le han convertido en el maestro en tauromaquia que es hoy día.